EL CHAMIZO Domingo 10-11-02 La Cresta © Carmen Rosa O toño seco y caluroso, aprovechamos para hacer el Chamizo, en Villa Nueva del Rosario, provincia de Málaga. Llegamos al pueblo muy temprano. Una vez allí, salimos en dirección a la Ermita de la Virgen. De ésta, parte un carril en buen estado que lleva hasta un joven pinar. En este pinar, dejamos los coches y nos encaramos al Monte. Hay que conocer el camino porque la vereda es casi inexistente. No es una subida demasiado fuerte. Se hace bien y se tarda menos de una hora para llegar al primer llano de arriba. En él se divisará la cara Sur y toda la costa. Entre medias, está el pantano de La Viñuela, en dirección hacia Vélez-Málaga. También, se puede ver La Maroma de Sierra Tejeda y otras muchas sierras. Esta vez, el mar lejano, se mostraba espléndidamente reservado. Se había confabulado con el Sol, que lanzaba un destello brillante sobre el manto de niebla marino, haciendo trizas la mirada. Conforme subíamos por la ladera
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Lula y Hada Reflejo-4 Un cuento de Carmen Rosa Todos dieron un respiro y esperaron un poco más hasta estar seguros. Ahora, debían tener mucho cuidado. Decidieron pasar allí la noche. Pondrían vigilancia por turnos. Comieron algo de sus mochilas y se quedaron un largo rato en silencio. Era conveniente no llamar la atención. Iona, propuso repetir la experiencia del día anterior para saber algo más de los pequeños. Todos asintieron, se colocaron en círculo, en un lugar muy seguro del interior de la cueva y comenzaron a mirar la luz del corazón. De nuevo, comenzó a brillar en cada uno de ellos, una luz que se fue agrandando poco a poco. Luego todos los rayos se unificaron en el centro y apareció, de nuevo, un sol radiante. Al poco, la esfera se fue despejando y mostró otra imagen: los pájaros negros cogían a los niños duende y los trasladaban a otro lugar. Esta vez fue Iona, la duende más anciana del grupo, la que reconoció el nuevo escondite. -Sé donde están. -dij
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